El uso que hacemos de Internet ha variado considerablemente desde su inicio, no sólo en los objetivos que nos acercan a esta herramienta sino también en el ancho de banda que ocupamos cuando navegamos.
Hace unos 15 años nos limitábamos a leer páginas web y a intercambiar correos electrónicos en texto plano. Hoy en día la navegación es interactiva, los contenidos que visitamos son ricos en videos, música e imágenes. Nuestros correos también han crecido en tamaño ya que contienen formato y anexos.
Este gran crecimiento -reflejado en la demanda del ancho de banda para tener mayor velocidad cuando navegamos- no es proporcional a la capacidad de gestión del tráfico y almacenamiento de datos que se genera con el uso de Internet.
Este problema lo ha enfrentado tanto el sector público como el privado. Existen experiencias exitososas en organizaciones que, comprendiendo el impacto positivo de Internet en los lugares de trabajo, invierten en el uso de ancho de banda y generan políticas de acceso y navegación a Internet.
Siendo prioritaria, el uso de Internet en la estructura pública debe ser optimizado con Políticas de Buenas Prácticas. Ellas implican un aprendizaje colectivo de los empleados públicos y de la ciudadanía para así apropiarse de las bondades que le confieren las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) a la relación entre el Estado y la sociedad.
Internet Prioritaria inicia la discusión, apuntando a una serie de recomendaciones finales.
Internet y Gestión PúblicaComo uno de los objetivos estratégicos del
Plan Nacional de Telecomunicaciones, Informática y Servicios Postales 2007-2013 se encuentra la optimización de procesos administrativos e impulso del gobierno electrónico mediante el uso de las Tecnologías de Información, del cual Internet es el eje fundamental. En la práctica, se ha avanzado considerablemente en gestiones como la solicitud de pasaportes, pago de impuestos, revisión de datos públicos para la contraloría social y otras actividades que hacen ver la introducción del uso de Internet como condición cada vez más natural en el aparato público.
Pero no todo es color de rosa. Una de las principales críticas en el uso de Internet en la administración pública es la subutilización de la plataforma TIC y su probable abuso para el consumo de información que no es inherente a las funciones de los empleados. Queda en el aire una serie de interrogantes para hacer más eficiente el uso de Internet en la administración pública, sin limitar el uso de herramientas de la web 2.0, tendencia indiscutible de la Internet en nuestro tiempo.
Internet y las UniversidadesLas Tecnologías de Información y Comunicación usadas para la actividad científica necesitan una mayor velocidad del tráfico y almacenamiento de datos en proyectos generados en forma colaborativa con otros países y que generan cálculos complejos y simulaciones en áreas del saber asociadas a la salud, ambiente, geografía y educación, por nombrar los de impacto más visible.
Cono respuesta, el Estado venezolano ha hecho esfuerzos para proveer redes de alta velocidad entre universidades y centros de investigación, cuya gestión se canaliza por medio de la
Red Académica de Centros de Investigación y Universidades Nacionales –Reacciun-. Con una plataforma denominada Internet2 se ha logrado que el tráfico académico nacional e internacional viaje a través de una autopista con posibilidades nunca antes vistas por los investigadores.
No obstante, esta estructura está disponible para el desarrollo de proyectos colaborativos con un perfil estricto de investigación entre países o que demandan una gran capacidad de respuesta en en velocidad y almacenamiento. No sucede así con el tráfico diario de las universidades: éste viaja a través de Internet comercial, por lo que la demanda excede lo que las universidades pueden pagar en el uso de ancho de banda.
No se tiene una idea precisa del uso cotidiano, extra académico, que se hace de Internet en las universidades, pero sí se tiene claro que el tráfico aumenta con más rapidez que la capacidad económica de respuesta. Muchas universidades en el mundo enfrentan este problema. Pero esta condición no puede llevar a apresurarnos a considerar que Internet sea un lujo.
Internet es así prioritaria para que la actividad científica nacional establezca conexiones con proyectos internacionales, visibilidad en sus propuestas y enriquecimiento del acceso libre al conocimiento. Debe apuntarse entonces a una inversión prioritaria, pero estimulando un proceso de buenas prácticas que apunten a un uso apropiado de los recursos disponibles, por medio de políticas institucionales.
Empezó la discusión.